Amaneció un soleado día en Zagreb. En Croacia amanece más temprano que en España. De tal modo que a las 7:00 de la mañana el sol ya está en todo lo alto como si fueran las 10:00 de aquí. Al despertarnos pudimos realmente comprobar que el Hotel Panorama Four Points, era excelente. Un Hotel de 4 estrellas justo en frente del Palacio de Deportes de la Ciudad, de 19 plantas, con muy amplios salones y magnificas instalaciones.
Después de tomar un excelente desayuno buffet en nuestro Hotel, estábamos dispuestos a conocer la ciudad. Zagreb es la ciudad más importante de Croacia. La ciudad es un centro industrial, científico, cultural, político y administrativo.
El área de la ciudad de Zagreb fue habitada desde el período neolítico. En la época romana, sobresalen los vestigios de la ciudad romana de Andautonia. La ciudad fue mencionada por primera vez en el siglo XI, más precisamente en el año 1094 cuando el rey de Hungría Ladislao I funda una diócesis en el monte Kaptol. Sobre la vecina colina de Gradec se desarrolló otra comunidad independiente de la diócesis. Ambas localidades sufrirían la invasión de los mongoles en 1242. Pero una vez que el peligro mongol hubo desaparecido, el rey Bela IV hace de Gradec una ciudad del reino, o sea una ciudad no sujeta a una señoría feudal, para atraer artesanos forestales.
Durante el siglo XIV y XV, Gradec y Kaptol competirían la una con la otra a nivel económico y político. Durante las largas disputas, la ciudad diocesana podía incomunicar a Gradec, que respondía incendiando a su rival. Los dos centros colaboraban entre sí, solo por motivos comerciales, como durante las tres grandes ferias que duraban dos semanas disimuladas en el año.
A comienzos del siglo XVII, las dos localidades se convirtieron en una sola ciudad, Zagreb. Juntas constituyen actualmente el centro cultural de la capital croata (la ciudad antigua), mientras que el polo comercial y de negocios se encuentra más hacia el sur. La diócesis de Kaptol fue la que dió origen a la actual archidiósesis de Zagreb.
El corazón de la ciudad, desde donde empezar a visitarla es la Plaza del Ban Josip Jelacic, creada en el s.XVII. Un Ban es una especie de virrey de la ciudad. En concreto el Ban Josip Jelacic, fue un notable general recordado por sus campañas militares durante la Revolución de 1848 y la abolición de la servidumbre en Croacia. Las Revoluciones de 1848, son una serie de revueltas populares que tuvieron lugar en Europa por parte del pueblo contra el poder establecido de los regímenes absolutistas. Una estatua de este personaje domina el centro de la plaza.
En esta plaza se encuentra la Oficina de Turismo de Zagreb, donde poder recoger un mapa de la ciudad y un folleto, también en español, que te sugiere un interesante y completo recorrido a pie por la ciudad. Hay dos itinerarios, uno que recorre la parte antigua, los barrios de Kaptol y Gradec, y el otro que hace un recorrido por el Nuevo Zagreb. Ambos recorridos comienzan y terminan en la citada Plaza del Ban Jelacic. En esta plaza caracterizada por la mezcla de estilos de sus edificios, desde el clasicismo al estilo de secesión y el modernismo. Llama especialmente la atención una pequeña fuente circular a un lado de la plaza. Es la Fuente Mandusevac.
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De esta fuente, o más bien, de una que existia en su lugar, surge una de la leyendas sobre el origen del nombre de la ciudad de Zagreb. Según la leyenda, el nombre de Zagreb proviene de un encuentro fortuito en el que un Ban gritó a una joven que se hallaba junto a la fuente: “Manduso, ZAGRABI” (Muchacha, coge agua) y de ahi el nombre de la fuente, Mandusevac, y del lugar Zagreb. Un significado menos prosaico nos orienta en que “zagreb” es sinónimo de foso o trinchera, y como la población se hallaba amurallada, es posible que su nombre venga de ahí.
Como he dicho antes, la ciudad de Zagreb es el resultado de la unión de dos localidades, construidas en dos colinas paralelas, separadas en la Edad Media por el arroyo Medvescak: Kaptol, mencionada por primera vez en 1094 con la fundación del obispado de Zagreb por el rey Ladislav I, es el centro religioso, poblado por canónigos y clérigos en torno al episcopado de Zagreb, de ahí su nombre –Kaptol (Capitulum)- “conjunto de canónigos” y Gradec, el centro comercial habitado por artesanos y pequeños comerciantes. Gradec se enorgullecía a su vez de tener la “Bula de Oro” del rey Vela III, de 1242, que la proclamaba “Ciudad Real”. Estas ciudades mantuvieron durante siglos gran enemistad y competitividad que a menudo desembocaba en sangrientos enfrentamientos entre los habitantes de ambas partes.
A pesar de ello, ambos poblados crecieron y se fortalecieron hasta que en 1850 comenzó desde el punto de vista administrativo la vida de la unificada ciudad de Zagreb.
A través de la antigua calle “Stara” Vlaska se llega hasta Kaptol. Llama la atención en esta calle, con edificios de los s.XVIII y XIX, la estatua del famoso escritor y poeta croata fiel plasmador del espíritu de Zagreb, August Senoa, presentado como si se hubiera detenido un rato a descansar y estuviera dispuesto a seguir camino en cualquier momento.
Continuando a lo largo de esta calle llegamos a la Plaza de Kaptol, dominada por La Catedral de la Asunción de la Virgen y de San Esteban. Este edificio vino a sustituir en el s.XIII a una catedral románica arrasada por los tártaros. Esta considerada la obra arquitectónica mas grandiosa, y en el sentido estilístico, más elocuente del gótico en el área sur de los Alpes.
La actual se comenzó a construir en estilo gótico en la mitad del siglo XIII aunque se ha restaurado en numerosas ocasiones. . En el año 1880 después de un enorme terremoto sufrió graves daños, reconstruyéndose en estilo neogótico a finales del siglo XIX. Se conservan el púlpito, el tríptico de Alberto Durero, las estatuas y la tumba del Cardenal Alojzije Stepinac. Como parte de la reconstrucción se edificaron las dos torres de 104 y 105 metros, que suponen uno de los símbolos visuales de la ciudad.
En el centro de la plaza de Kaptol se encuentra una fuente con la estatua de la Virgen María y cuatro ángeles, obra del escultor vienés Antun Fernkorn en 1873. Otros edificios a destacar en la plaza son los hogares de los canónigos, o Curias del Kaptol, entre los que destaca el edificio Nº5, de una planta, y estilo barroco tardío, hoy sede de la Comunidad Turística de Zagreb, y el palacio episcopal hoy sede del Museo del Tesoro de la Catedral de Zagreb.
Al sudoeste de Kaptol se abre un callejón que nos lleva al Mercado de Dolac, “el estomago de la ciudad”. Es el principal mercado de la ciudad. Una terraza cubierta con puestos de fruta y verdura. Junto al mercado reluce la estatua del héroe popular Petrica Kerempuh, la personificación del divertido pillo popular, y rebelde, defensor de la plebe a cuyas burlas irónicas nadie puede escapar. De leyenda popular pasó a la literatura y se convirtió en inspiración de importantes obras de arte croatas.
Muy cerca del mercado se encuentra la calle de Tkalcic, anteriormente llamada Potok (el arroyo). Antiguamente el arroyo que había en esta calle marcaba la frontera entre Kaptol y Gradec. Ese arroyo desapareció en 1898 cuando fue cubierto y se creo la actual calle de Tkalcic.
Un puente llamado Krvavi Most (el Puente Sangriento) existía junto a este lugar. Su nombre provenía de los continuos enfrentamientos medievales entre Kaptol y Gradec. Es esta una zona comercial, llena de tiendas de artesanos. Al final de estas calles se encuentran la murallas de la ciudad y un lugar de especial interés, La Puerta de Piedra. Parece ser que en 1731 un incendio destruyó todas las partes de madera, de esta puerta, pero entre las cenizas apareció intacto un cuadro de la Virgen María con el Niño. A esta leyenda se unió el carácter milagroso del icono y muchos creyentes todavía se acercan a la puerta a rezar en busca de consuelo. La corona de oro y piedras preciosas, fue añadida en 1931, y la reja de forja es de 1758.
La Puerta de Piedra también ocupa un lugar significativo en la literatura croata, al haber quedado eternizada en la obra de August Senoa, “La Joya del joyero”. Prueba de la popularidad de esta obra es la hornacina que hay en la fachada oeste de la Puerta de Piedra, y que corresponde a Dora Krupiceva, la hija del joyero en torno a la que giran los eventos de la novela sobre el Gradec del s. XVIII.
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Podemos seguir el camino y llegar a la centenaria Plaza de San Marcos, donde se encuentra la iglesia de San Marcos, que data del s.XIII, la iglesia parroquial del antiguo Gradec. Posee bellas muestras de arte escultórico, a destacar el pórtico gótico, obras de Ivan Mestrovic. Las tejas multicolores del tejado forman el escudo de Croacia, Dalmacia y Eslavonia, a la izquierda y el escudo de Zagreb a la derecha. Y fueron realizados con ocasión de la restauración que se le hizo a la iglesia en el s.XIX.
En el lado este de la plaza se encuentra el edificio del Parlamento Estatal Croata y en el lado derecho Banski dvori (los palacios del Ban), un largo edificio barroco que hoy se utiliza a fines de representación. Muchos sucesos importantes de la historia de Croacia tuvieron lugar aquí.
Otra leyenda nos aguarda a la entrada de la Plaza de San Marcos. En la esquina del Nº8 una cabeza de piedra mira hacia la iglesia de San Marcos. Según se dice es la imagen de Matija Gubec, famoso líder de la gran Rebelión Campesina (Seljacka buna), contra los feudales que fue apagada con sangre en 1573. Se cree que el gran caudillo de los campesinos fue ejecutado en esta plaza, aunque los historiadores no se ponen de acuerdo con ello.
Otros dos edificios hay que destacar en Gradec. Uno es la Iglesia jesuita de Santa Katerina, en la plaza del mismo nombre. Construida entre 1620 y 1632 según el modelo de la iglesia romana de Il Gesu. Se la considera uno de los monumentos mas hermosos y completos del barroco.
El otro es la Torre Lotrscak, erigida en el s.XIII, y que servía de protección a la puerta de la ciudad. El nombre es la denominación mal pronunciada de la campana de los ladrones, “campana latrunculorun”, que solía sonar al anochecer antes de cerrar la entrada de la ciudad. Desde hace más de cien años desde esta torre se dispara un cañonazo a las 12 del mediodía para que los zagrebienses puedan comprobar la exactitud de sus relojes.
Lotrscak marca el inicio del Paseo de Josip Jurja Strossmayer, famoso didacta, político y obispo de Dakovo. Desde este paseo que recorre el muro sur de Gradec se pueden ver hermosas vistas de la ciudad baja (Dorni grad). Existe además un tranvía, el Uspinjaca, que une las ciudad alta (Gornji grad) y la baja de Zagreb, desde 1891.
El origen de la ciudad baja de Zagreb, o Dorni grad, surgió en 1641, cuando la administración municipal decidió crear un mercado de feria junto a la fuente Mandusevac, que existía en la antes mencionada Plaza del Ban Josip Jelacic. Gradec y Kaptol se habian quedado demasiado pequeñas para las ferias, cada vez más animadas y ricas en esas colinas. Según fue creciendo la ciudad, la feria de Mandusevac fue cogiendo forma, adquiriendo importancia y de un arrabal de ciudad pasó a convertirse en el centro de Zagreb.
A partir de aquí comienza la segunda ruta sugerida por el folleto que adquirimos en la Oficina de Turismo de Zagreb. La ciudad baja o Dorni grad, durante siglos no fue más que una de serie de barrios y casas improvisadas y amontonadas que iban surgiendo con el flujo constante de los recién llegados. No es hasta la segunda mitad del s. XIX cuando se comienza a construir de forma planificada, creando calles regulares que se cruzan en ángulo recto. De entre los grandes espacios de esta parte de la ciudad cabria destacar dos plazas o bulevares son destacables en esta parte de la ciudad, La Plaza del Mariscal Tito, donde se levanta el Teatro Nacional Croata, erigido en 1894/95 según proyecto de los arquitectos vieneses Helmer y Fellner. Ante este edificio se encuentra el Pozo de la Vida, obra del escultor Ivan Mestrovic. Frente al teatro, está el edificio de la Universidad de Zagreb, símbolo y monumento de la vida académica y la enseñanza en Zagreb.
Este largo paseo culmina en la Plaza del Rey Tomislav, delante de la cual se encuentra el edificio de la Estación Central de Ferrocarriles construido a finales del s.XIX. El rey Tomislav fue el primer rey del estado medieval croata, y un monumento frente a la estación recuerda su figura.
Bueno, pues después de ver todo esto, el día fue largo. Zagreb es una ciudad con mucho atractivo y una gran historia. Numerosos museos y galerías pueden también ser visitados, el jardín botánico, … En definitiva una ciudad que no deja indiferente. Antes de regresar al Hotel, merece la pena un paseo nocturno por el entorno de la catedral para admirar la preciosa iluminación de la misma.
Así como el ambiente de la Plaza del Ban Josip Jelacic, donde se pulsa el ambiente nocturno de la ciudad, con sus habitantes y turistas sentados en las cafeterías y heladerías de la ciudad, o curioseando en los escaparates de las tiendas, como el de la tienda de corbatas croatas (¿sabéis que los croatas son los inventores de la corbata?, en próximos días os contaré su historia). Mientras resuena la música de algún artista callejero.
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