Primer intento de visitar Istria (2ª parte):
En el tercer día de nuestro viaje nos levantamos temprano y después de desayunar nos dirigimos al centro de Pula, donde se encontraba, supuestamente, la oficina de Budget, con la confianza de que el coche que no nos entregaron el día anterior podría ser traído desde Porec para nosotros. Error. Llegamos a la oficina y es ahí donde nos enteramos de cómo funciona Budget. Era la oficina de una Agencia de Viajes, y allí solo hay una mesa reservada para el corredor del Rent-a-car, que viene sólo cuando hay que entregar un vehículo. La chica de la oficina, muy amable eso si, nos dice que no puede hacer nada. Lo único, nos da el número de teléfono de la oficina central de Zagreb, e incluso se ofreció a hacer de intermediaria para hablar en su idioma con ellos. Mientras tanto yo hablo con la empresa española con la que hicimos la reserva, Beneluxcar, para que intenten solucionar el problema. Ambos nos dicen que están buscando un coche y que cuando lo tengan nos lo enviarán.
Sin atrevernos a movernos de Pula, por si llaman, (una lástima no poder tomar un barquito para hacer una excursión a las Islas Brijuni, frente a la costa de Pula) nos dedicamos a pasear por la ciudad. Como expliqué en el día anterior, Pula conserva numerosos restos de la época romana. A destacar monumentos como:
La Puerta Dorada o Arco Triunfal de Sergi. Erigida entre los años 29 y 27 a. de C. por los Sergi, en honor a tres miembros de su familia que alcanzaron gran influencia en la Pula de aquella época. El sobrenombre de Puerta Dorada, o Aurea, le viene por la rica ornamentación que tenía en su época. El arco de estilo corintio posee una fuerte influencia helenística y del Asia Menor, tanto en el método de construcción como en sus ornamentos. Este arco es la puerta de acceso al centro histórico y comercial de la ciudad. Junto al Arco se hallan restos de la antigua muralla que circundaba la ciudad y que fueron en gran parte derruidos a comienzos del s. XIX como resultado de la expansión de la ciudad.
Avanzando por la calle que hay tras el Arco, llegamos a la plaza del Foro, o Forum, La plaza principal de la Pula clásica y medieval fue construida en el s. I a. de C., convirtiéndose en el núcleo central de la vida religiosa, administrativa, legislativa y comercial de la ciudad. En la parte norte de la plaza existieron dos templos gemelos y uno central, dedicados a Júpiter, Juno y Minerva. Hoy en día solo se conserva completo el Templo de Augusto, dedicado a la diosa Roma y al emperador Augusto. Fue construido entre los años 2 y 14 a. de C. cuando murió el emperador. A lo largo de los años fue cambiando su función, pasando de ser templo pagano a iglesia, granero y finalmente en el s.XIX un museo de esculturas de piedra.
De los otros dos templos lo único que se conserva es el muro trasero del edificio del Palacio Comunal, del s. XIII. Fue erigido en el tiempo en que Pula era un municipio libre. Después durante la dominación veneciana fue la sede del Dogo de Venecia y su gobierno. Y hoy en día es el ayuntamiento de la ciudad. Las adiciones de los siglos han dejado en el edificio excepcionales combinaciones arquitectónicas desde el Románico hasta el Renacentista así como ventanas de estilo barroco.
Bueno, pues mientras dábamos esta vueltecita por la ciudad, esperamos en vano la llamada del Rent-a-car, confirmándonos la disponibilidad del coche. Pero nada de eso. Me decían solo que seguían buscando un coche disponible. Cansados de esperar decidimos buscar en otra compañía, y empezamos a preguntar por las oficinas que encontrábamos en Pula. En las mismas y en la oficina de turismo, la respuesta fue la misma: “No hay coches disponibles en toda la región de Istria”. “La demanda es muy superior a la oferta”. Preocupados por la respuesta decidimos acudir a un cibercafé para buscar por internet un coche en cualquier pueblo cercano a Pula y confirmamos los peores presagios. No había coches ni siquiera en Zagreb. ¿Qué hacer?. ¿Peligraba nuestro viaje?. ¿Se nos rompía la ilusión?. Tranquilidad. Un buen viajero tiene recursos ilimitados. LA SOLUCION: Si en Croacia no hay coches, hay que buscar en otro país. En Italia. Y ahí estuvo la solución. En Trieste, volver a Trieste. Conseguimos alquilar un coche con la compañía Avis. Lo único que había que hacer es volver a Trieste. Bueno, y algún cambio de planes en nuestro regreso del día 22, que ya comentaré.
Pues una vez encontrado el coche, lo único que nos quedaba era ver los horarios de autobuses de Pula a Trieste. Fuimos a la estación y sacamos los billetes para Trieste. Mañana a las 7:00 h. Tarda dos horas en llegar aproximadamente. Bueno, una vez solucionado el problema, y para destensionar de tanto stress, lo mejor un bañito en la playa. Cerca del apartamento a dos paradas en bus está la playa de Punta Verudela. La verdad es que las playas croatas no son como las de España, no estamos acostumbrados a este tipo de playas en la mayoría de nuestras costas.
Todas se caracterizan por la impresionante limpieza y claridad de sus aguas. Autenticas piscinas naturales. Pero, básicamente y salvo raras excepciones, las playas croatas son de tres tipos: de rocas, de cantos rodados o de gravilla. Muy pocas son de arena fina, y menos aun con arena natural. En las de cantos rodados corres el riesgo de torcerte un tobillo, en las de gravilla te pinchas los pies y en las de rocas, auténticos acantilados, puedes fácilmente resbalar y caer al mar, o golpearte con las rocas. O sea, los paseos por la playa; difíciles son. Por esta razón no es de extrañar ver en las tiendas de las zonas costeras, a parte de los típicos bañadores, camisetas y toallas, que se vendan todo tipo de sandalias ajustadas y zapatillas para el baño, así como esterillas acolchadas para tumbarse en la playa.
La playa de Punta Verudela es de cantos rodados. En mi opinión, lo más incómodo, sobre todo sin el utillaje apropiado. Así que la mejor opción fue irnos a las rocas. Un paseo para bicis y personas recorre esta costa, y hay una parte con rocas. Allí nos acomodamos entre las rocas, y para tomar un baño, lo mejor fijarse de lo que hace la gente y en donde pisa. El agua es totalmente cristalina, el oleaje inexistente, y la temperatura muy agradable.
Cuando empezaba a atardecer, decidimos visitar el monumento más representativo de la ciudad de Pula. El Anfiteatro Romano. Es el edificio más famoso e importante de Pula. Popularmente se le conoce como La Arena de Pula. Fue construido en el s. I D.C. durante el reinado del emperador Vespasiano, en el mismo periodo que el Coliseo de Roma, con el que guarda gran similitud.
Tiene planta elíptica y 130 m. de largo por 100 m. de ancho. Se calcula que podía acoger a 20.000 espectadores que se regocijaban viendo luchar en el centro de la arena a los gladiadores. El material de construcción usado es la piedra caliza local. Durante la Edad Media fue utilizado para torneos, o justas, de caballeros y para la organización de Ferias. Y hoy en día sigue utilizándose para la celebración de todo tipo de espectáculos, festivales y conciertos musicales.
Los pasajes subterráneos, que otrora fueran utilizados por los gladiadores, actualmente albergan una interesante exposición permanente, sobra la viticultura y la producción de aceite de oliva en los tiempos antiguos en la región de Istria. La exposición incluye la reconstrucción de las herramientas y aparejos que se usaron para la producción de vino y aceite de oliva, durante la época romana, como molinos, prensas y toneles, y ánforas para el almacenaje y transporte.
Y después de visitar este interesantísimo edificio, y admirar una preciosa puesta de sol desde su graderío, nos retiramos al apartamento, porque al día siguiente había que madrugar, para intentar visitar Istria por segunda vez.
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