DIA 7º: 8 Ago: SAVONLINNA - LAPPEENRANTA - PORVOO - HELSINKI

RUTA DEL DIA: - Savonlinna - Lusto: 27,8 Kms. - Lusto - Punkaharju: 6,8 Kms. - Punkaharju - Lappeenranta: 122 Kms. - Lappeenranta - Porvoo: 179 Kms. - Porvoo - Helsinki: 51,9 Kms. TOTAL: 387,5 Kms. Una vez desayunados y abandonado nuestro apartamento de Savonlinna, la primera parada de la jornada sería en Museo del Bosque Finlandés de Lusto, a una media hora de nuestro alojamiento. Lusto es un museo nacional y centro de ciencias que se centra en la cultura forestal finlandesa e ilustra la interacción entre el hombre y el bosque desde el pasado hasta el futuro.

Las exhibiciones, los eventos, las demostraciones de trabajo y los días temáticos de Lusto ofrecen una visión diversa e ilustrativa de la importancia de los bosques en la vida de los finlandeses. La entrada para adultos cuesta 10 euros, y realmente os digo que vale la pena visitar este museo.

Hay una serie de exposiciones permanentes que se van complementando con otras temporales, que tratan de describir la importancia de los bosques para los finlandeses, describen la fauna de los mismos, los avances en la explotación de sus recursos y la dureza de la vida en esos lugares.

Para los finlandeses, el bosque siempre ha sido, y sigue siendo, no solo una fuente de ingresos y un tesoro oculto de las ofrendas del bosque, sino también un lugar de recreación y retiro. La exposición El bosque de los finlandeses presenta el bosque desde el punto de vista de un excursionista, un cazador, un recolector de bayas y un entusiasta de la naturaleza, y proporciona información sobre la conservación de los bosques. La exposición también revela nuevos caminos profundos en el bosque del folklore, el mundo de los mitos, las historias y las creencias de los bosques, el mundo donde se puede desvanecer en el bosque de una manera sobrenatural.

Otra exposición trata sobre la tala. La exposición lleva al visitante a los antiguos sitios de tala y rutas flotantes de madera, a la edad de oro de las sierras de troncos, los leñadores y los caballos Finn. La exhibición muestra una gran cantidad de artículos, fotografías y materiales de películas relacionados con los sitios de tala y operaciones flotantes de madera. Todos retratan la larga historia del trabajo en el bosque finlandés y la madera flotante, así como también la forma de vida, el trabajo y la gente, de una manera hermosa y vívida.

También muy interesante es la exposición "Time of the Machines" que explora la mecanización de la cosecha de madera, así como el desarrollo de la silvicultura y la industria forestal. Desde los primeros experimentos hasta la tecnología de cosecha más moderna y las visiones para el futuro. La exposición muestra una colección única de grandes máquinas forestales; por ejemplo, puede ver la máquina Walking Plusjack que representa la tecnología forestal de última generación. ¡Hay 120 modelos diferentes de motosierras en la torre de motosierras, e incluso puede poner a prueba sus habilidades de maniobra con los simuladores de máquinas forestales!

En definitiva un museo súper-interesante, muy bien desarrollado y cuya visita deja un muy buen regusto de haber visto algo muy bonito y haber aprendido muchas cosas sobre la vida de los finlandeses. Las exposiciones, además, son muy visuales con lo que el idioma no es gran problema para entender lo que es expone.

Despues de la visita del Museo de Lusto, continuamos ruta hacia Lappeenranta. Localidad que se encuentra a unos 130 kms de Lusto.

Para llegar allí atravesamos el paisaje nacional único de Punkaharju que atraviesa las cristalinas aguas del imponente lago Saimaa y su hermosa naturaleza. Es uno de los destinos preferidos para los finlandeses en sus vacaciones.

Impresionantes las vistas desde la carretera que atraviesa los lagos, que se pueden ver a su derecha e izquierda. Una vez más la Región de los Mil Lagos se nos muestra en todo su esplendor. Y para mayor suerte con un clima estupendo.

Transcurridas un par de horas y parando varias veces para disfrutar de las vistas de los lagos, llegamos a Lappeenranta.

Lappeenranta, también llamada Villmanstrand en sueco, es una ciudad de Finlandia a orillas del lago Saimaa, el más grande de Finlandia, en el sureste del país, a unos 30 km de la frontera rusa. Es la undécima población en tamaño de Finlandia.

Lappeenranta es famosa como ciudad de veraneo, principalmente por su cercanía al lago Saimaa. Además, su localización interior permite que los veranos sean más cálidos y los inviernos más fríos que en las zonas costeras del país.

Lo primero que hicimos es dirigirnos al paseo del puerto de la ciudad, para almorzar en un restaurante italiano en sus orillas. Las vistas desde el puerto son muy bonitas y desde allí se pueden tomar barcos que realizan cruceros por el lago Saimaa. Junto al puerto hay una colina donde se situa la antigua fortaleza de Lappeenranta. La lucha entre Suecia y Rusia por el control de los territorios de lo que hoy es Finlandia tiene en esta fortificación un apasionante episodio de la historia.

La ciudad de Lappeenranta fue fundada en 1649, siendo Peter Brahe el Gobernador General de los territorios finlandeses, bajo el reinado de Cristina de Suecia, la reina culta. Situada en el extremo oriental del Imperio Sueco, se erigió para consolidar el comercio, pues inicialmente en éste área se encontraba el mercado de Lapvesi.

Tras muchos años de paz en el Báltico, en 1700 se inició la Guerra del Norte entre Suecia y Rusia, periodo conocido por los finlandeses como el de la Gran Furia, durante esta contienda Viipuri pasó a manos rusas y las tropas sueco-finesas también tuvieron que retirarse de Lappeenranta. La Paz de Uusikaupunki (Tratado de Nystad) devolvería Lappeenranta a los dominios de Suecia en 1721, convirtiéndose en una importante plaza fronteriza, por lo cual comenzarían los trabajos de fortificación. En 1741 se inicia la segunda guerra sueco-rusa de este siglo conocida como la de la Pequeña Furia en la que la fortaleza será un importante teatro de operaciones. El 23 de agosto las tropas rusas se dirigieron hacia las posiciones suecas iniciándose la batalla de Lappeenranta. Esta segunda guerra no supuso otra cosa que la constatación de que su época de dominio en el Báltico estaba próxima a su fin. De tal forma que esta Región Oriental de los Lagos y Carelia del Sur pasó a pertenecer al Imperio Ruso.

En 1772 se construyó el edificio más antiguo que se conserva en Lappeenranta, utilizado para el cuerpo de guardia, es hoy el Museo de la Caballería. La iglesia ortodoxa más antigua de Finlandia, dedicada a la Virgen María, se edificó en el interior del fuerte en 1785, construida en madera, sigue abierta al público en la actualidad. Los trabajos en la fortificación finalizaron en 1803, siendo visitada por el Zar Alejandro I y toda su corte.

La fortaleza perdería su importancia estratégica cuando en 1809, por la Paz de Hamina, Rusia se anexionó Finlandia convirtiéndola en Gran Ducado Autónomo. Posteriormente cayó en desuso e incluso durante algún tiempo fue cárcel de mujeres. Su función como prisión se mantuvo hasta la Guerra Civil de 1917-1918 originada tras la Independencia de Finlandia. Hoy día la fortaleza de Lappeenranta es un lugar de recreo donde disfrutar de tiendas de artesanía y cerámica, cafeterías, restaurantes, actividades al aire libre y otras edificaciones con usos muy diversos.

Uno de esos edificios que vale la pena visitar es el Café Majurska. Una casa de madera con un interior elegantemente decorado con mobiliario de principios del s. XX, que hoy día funciona como cafetería y donde se pueden degustar unas exquisitas tartas con té de samovar.

La Casa Majurska fue construida a mediados del siglo XIX como la residencia de un oficial del ejército ruso. El edificio fue propiedad de los rusos hasta la independencia de Finlandia hasta 1917. En el principio del siglo XX, el edificio fue ocupado por un personal de la prisión que trabaja en la fortificación. Después fue hospicio, una fábrica de paraguas y desde 1986 una cafetería.

Realmente de lo que era la fortaleza original solo quedan las estructuras cimentadoras de la misma y los barracones de madera. Hoy en dia conforman un parque y un conjunto de viviendas muy agradables de recorrer.

Una vez tomado el té y una riquísima porción de tarta de chocolate, nos dirigimos al parking donde habíamos dejado el coche para ponernos en marcha hacia el último destino del dia, que sería el que muchos consideran uno de los pueblos más bellos de Finlandia, Porvoo. Se encuentra a unos 180 kms de Lappeenranta, algo más de dos horas de viaje, y a 50 kms de Helsinki, donde pernoctaríamos esta noche.

Fundada hace casi 800 años, Porvoo es la segunda ciudad más antigua de Finlandia, y todavía se pueden ver y sentir las pruebas de su dilatada historia mientras paseas por sus preciosas calles. Durante siglos, la ciudad ha sido el hogar y la fuente de inspiración de muchos artistas finlandeses.

Aunque Porvoo no es una ciudad costera exactamente, está unida al golfo de Finlandia mediante el río Porvoonjoki. El río fluye por la ciudad y pasa por los puntos de referencia más conocidos de Porvoo: sus casas rojas en la costa. Originariamente, las casas de la costa se pintaron de rojo en honor a la llegada de Gustavo III, rey de Suecia.

Históricamente Porvoo ha sido un centro comercial importante, y las casas de la costa antaño se usaban para almacenar productos y alimentos, como manjares exóticos de tierras lejanas. La hilera de casas rojas junto al río, supone una de las imágenes más icónicas de Finlandia y la postal más típica de Porvoo.

Por otra parte su casco antiguo lo compone un encantador entramado de calles y casas de madera que datan del siglo XVIII. Se pueden ver restaurantes y tiendas de recuerdos y de decoración a lo largo de este pintoresco barrio viejo, que transmite tranquilidad y encanto cuando paseas por él.

Situada en una colina, en el corazón del casco antiguo, está la Catedral de Porvoo. Es un edificio simple que se empezó a construir en el siglo XIV y que ha pasado por diferentes vicisitudes, incluidos 5 incendios. El último en 2006.

Tienen mucha fama los restaurantes y cafeterías de Porvoo así como su artesanía. Sin ir más lejos, los caramelos de regaliz dulce de Porvoo, llamados Laku, son muy populares y muy ricos.

También ésta el Salmiakki, que es un regaliz salado, para nuestro gusto bastante repugnante, como pudimos comprobar días mas tarde.

El agradable paseo por Porvoo se alargó hasta el comienzo del atardecer, y en ese momento decidimos dejar esta preciosa ciudad para regresar a la capital de Finlandia. Ya se empezó a hacer de noche cuando a las afueras de Helsinki decidimos parar en un centro comercial para cenar en un Burger y ya después de ello dirigirnos al hotel donde pasariamos la noche. En esta ocasión sería en el Hostel Domus Academica, un gran albergue con muchas plantas en la calle Hietaniemenkatu, 14, donde una habitación doble con cocina y baño privado costaba 59,62 €.

Llegamos cerca de las 11 de la noche, y tuvimos suerte de aparcar el coche enfrente justo del Hostel.